Al parecer fue un bibliotecario del Senado, Joaquín de Arce y Bodega, el primer español que se dirigió a Zamenhof para solicitarle información sobre la nueva lengua internacional. De Arce recibió tres ejemplares del Unua Libro, seguramente de la versión francesa, en 1889. Conservó uno de ellos y entregó sendos ejemplares a Ricardo Codorniu y José Rodríguez Huertas, que un año más tarde publicaría la gramática más peculiar de la lengua internacional.
En general, el esperanto tuvo escasa repercusión en España en el siglo XIX. Los recortes de prensa que aparecen a continuación (clic para ampliar las imágenes) son algunas de las contadas menciones al esperanto en el siglo de su creación.
Revista contemporánea se editó entre 1875 y 1907 y tuvo la clara vocación de divulgar en España el pensamiento internacional, sobre todo el germano. La sección «Boletín Bibliográfico» recoge la que posiblemente sea la primera mención al esperanto en España, el mismo año de la creación de la lengua internacional. El libro citado es la edición francesa, recién publicada.
Revista Contemporánea (oct., nov., dic. 1887), p. 559
Una mención similar apareció poco después en La Ilustración Española y Americana el 30 de diciembre de 1887. Asimismo cita la edición francesa del Unua Libro pero aclara la existencia de otras versiones en ruso, polaco y alemán.
La Ilustración Española y Americana (30-12-1887), p. 403
El diario barcelonés fundado por los hermanos igualadinos Carlos y Bartolomé Godó nació el 1 de febrero de 1881 como «Diario político y de avisos y noticias, órgano del Partido Constitucional de la Provincia». En 1888 se convirtió en diario independiente, y en 1895, cuando publicó la primera noticia sobre el esperanto, llevaba el subtítulo de «Últimas noticias y telegramas de la madrugada». El primer artículo de La Vanguardia cita la célebre aseveración de Tolstói según la cual aprendió esperanto en sólo dos horas y aclara aspectos básicos de la gramática. Tampoco falta una loa extravagante al castellano que supone a Zamenhof un gran conocimiento de la lengua cervantina.
De todas las lenguas literarias, la que reúne mejores condiciones es la lengua española, y una vez convencido de ello, la ha tomado por modelo, despojándola de todas las excepciones, irregularidades y anomalías que contiene, y ha compuesto una gramática de sólo 16 reglas, en las que van comprendidos todos los casos que pueden producirse.
La Vanguardia (29-5-1895), p. 3
El segundo artículo, publicado en 1897, dibuja un panegírico del volapük y pone en duda la facilidad del esperanto, «mecanismo de cuyas principales bases procuré ayer enterarme, leyendo y recapacitando el resumen explicado por una revista francesa; pero, la verdad... no saqué gran cosa en claro: nada más que un principio de jaqueca».
La Vanguardia (3-6-1897), p. 1
Esta «revista ilustrada hispano-americana» dedicada al mundo de la moda se editó en Madrid entre 1887 y 1927. El artículo citado se inicia con un poco prometedor «Los desocupados necesitan matar el tiempo de cualquier modo» y tras una somera explicación de algunas características del esperanto termina así
Como á la teoría debe seguir la práctica, terminaré formulando una frase en el nuevo idioma, para que la traduzcan las lectoras y vean si le han aprendido.
DESAS LECO FELO
¡Seguramente no hubo muchas lectoras que lo comprendieran!
La Última Moda (22-12-1895), p.2
Este «diario religioso, político y literario» nació el mismo año que el esperanto (1887) como sucesor de La Unión. El último número se publicó el 14 de febrero de 1899. El artículo citado se basa en el publicado días antes en La Última Moda.
La Unión Católica (26-12-1895), p. 1
Diario vespertino fundado el 1 de abril de 1849 por Diego Coello y Quesada. Cuando dejó de existir, poco antes del estallido de la guerra civil, La Época era el decano de la prensa madrileña. El artículo de La Época es muy favorable al esperanto. Menciona la incipiente literatura, la traducción de la Biblia, el apoyo de Liev Tolstói y de otros partidarios ilustres como el catedrático de Oxford Max Müller, y resalta la facilidad de aprendizaje y la riqueza que aporta el sistema de sufijos.
La Época (23-3-1897), p. 2
Fundado en 1891 por Francisco Pi y Margall, que había presidido durante dos meses la I República, El Nuevo Régimen fue el órgano del Partido Republicano Federal y defendió las tesis federalistas de abolición de las herencias, autonomía regional y municipal y defensa de los jornaleros.
El primer artículo dedicado al esperanto glosa la facilidad y sonoridad de la nueva lengua, destaca las traducciones literarias ya aparecidas y termina por recomendar su estudio.
No es una lengua universal, pero sí una lengua internacional que pueden adoptar los hombres de todos los pueblos para sus negocios exteriores, sin que por esto dejen de usar y cultivar sus idiomas nacionales, y aun los regionales.
Nosotros, que tanto quisiéramos ver abatidas las fronteras de los pueblos, no vacilamos en recomendar su estudio y su examen á todos los hombres de inteligencia y de corazón que de veras amen el progreso intelectual y moral de los pueblos.
El Nuevo Régimen (29-1-1898), p. 2
El segundo artículo, publicado casi dos años después, menciona el fallido proyecto de lengua internacional «dayud», creado por Antonio Juliá, y se hace eco de los movimientos por lograr la adopción del esperanto como lengua universal. A continuación, el artículo hace una breve reseña de la gramática y termina con la inevitable mención de Tolstói:
Tolstoy ha dicho que aprendió el Esperanto en dos horas; si no en dos horas, en días lo puede aprender todo hombre de mediano entendimiento.
El Nuevo Régimen (21-10-1899), pp. 1-2
Fundado por Eduardo Gasset como «Diario político de la tarde», se publicó en Madrid entre 1867 y 1933. Se lo considera el periódico más influyente del último tercio del siglo XIX. El artículo sobre el esperanto, publicado en la sección «Los lunes de El Imparcial» hace hincapié en la facilidad de la lengua de Zamenhof en relación con el volapük y destaca los apoyos de Müller y Tolstói.
El Imparcial (Los Lunes de El Imparcial) (3-4-1899), p. 3
Los artículos que aquí aparecen están extraídos de las hemerotecas de La Vanguardia y de la Biblioteca Nacional, donde pueden descargarse archivos PDF.